Poco a poco, los vecinos quieren más dulces y es, como sin querer, que esa cocina se transforma en obrador con su horno de pan de leña.  

Fuimos creciendo cada día un poquito más a demanda de nuestros clientes que consumían nuestros productos por ser, ante todo, “de casa”. Y esta es nuestra esencia: “los dulces de casa”, con la receta “de casa”, con las técnicas de laboreo “de casa”. 

Hemos conservado todos esto años nuestras recetas caseras y nuestros métodos de elaboración artesana. El volumen de producción se iba aumentando paulatinamente añadiendo personas al obrador y sólo aquellas máquinas simples que ayudan al operario a laborar pero que no lo sustituyen. Valga como ejemplo la amasadora con motor eléctrico tradicional de las panaderías artesanas.

Nuestra clientela creció de forma continua porque, boca a boca, se nos ha ido conociendo hasta el año 2011 en el que llegó la hora de hacer un relevo generacional. En este año, la conocida “Sila da Peroxa”, la depositaria de nuestras recetas y sabiduría tradicional se retira a una más que merecida jubilación. Toma el relevo, recogiendo toda esa sabiduría y recetas, nuestra actual gerente, Ruth. 

Con el cambio de gerencia se nos presenta la oportunidad de revisarnos y lanzarnos a una nueva etapa de crecimiento como empresa: 

• Por una parte, hemos puesto en valor y preservado nuestra verdadera potencia: La elaboración de recetas tradicionales, con los métodos de laboreo tradicional y al gusto exquisito de nuestros clientes de toda la vida. 
• Por otra parte, hemos hecho un proceso de crecimiento como empresa para llevar nuestros productos más allá de nuestra área local.

Actualmente nuestros dulces artesanales se encuentran en grandes cadenas de supermercados, en rutas de distribución por todo el norte de España, en cadenas hoteleras como postres y desayunos, en hostelería y, por supuesto, nos hallamos en un proceso lógico de expansión hacia internet. También en nuestro proceso de expansión estamos dirigiendo nuestros esfuerzos hacia el país vecino, Portugal, toda vez que es un cliente con un gusto idéntico al español por los productos «de casa».

Estos objetivos, como es natural, nos han obligado a aumentar exponencialmente la producción de dulces artesanales y a tener un exquisito cuidado en no caer en un exceso de mecanización que nos hiciera perder nuestra esencia artesana. ¡y lo hemos conseguido! Nuestra producción es hecha por nuestros operarios a mano en todos sus porches y se apoyan con máquinas simples no automatizadas, como amasadora, rodillo, selladora térmica de bolsas, selladora de envases al vacío, elevador de cargas pesadas, etc. Estas máquinas son extensiones de las manos del operador y no le sustituyen: Es el operador quien elabora cada rosquilla, cada coco o melindre, cada caña o cada oreja de carnaval con sus propias manos. Y seguimos horneando a leña y friendo en sartén.

Por tanto, nuestro sello de identidad es la elaboración completamente artesana de recetas tradicionales de Galicia, en general, y de Ribadavia, en particular. Como parte de este sello de identidad, participamos de forma activa en la vida social y cultural de nuestra localidad y de nuestra provincia participando en eventos como ferias, muestras, etc. y salimos a eventos en otros lugares como embajadores culturales de nuestra zona. 

Actualmente, nuestros dulces artesanales más valorados y demandados por nuestra amplia clientela son: